Quizá ella no se de cuenta de que no pasa desapercibida, quizá está tan ensimismada en su mundo que se está perdiendo lo que sucede a su alrededor...no creo que sea una mujer gris, que pase sin pena ni gloria por la vida. Llegará ese día en que tropiece, alce los ojos y vea una mano extendida para recogerla, entonces asirá esa mano y caminaran juntos a cualquier café donde reponerse de esa accidental caída...
El tropiezo de Lulú
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La traición
No podía siquiera elevar su mano para decir adiós, solo esbozó una cínica sonrisa y continuó degustando el ajenjo, mientras entornaba sus pestañas para no ver la salida de aquel ser que iba a vender su vida y su alma por alcanzar la gloria.
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El vecino de al lado
Anoche su vecino en la vida real, el de la puerta de al lado,escucho un golpe, el sonido del teclado quedó interrumpido por un golpe seco que atronó el silencio nocturno para después hacerse omnipotente. Preocupado por el aterrador silencio, se abalanzó hacia la puerta saliendo como una exhalación hacia el pasillo para llamar al timbre de su vecina, no había respuesta, apoyo el pabellón auditivo en la puerta y escuchó de nuevo ese silencio, surgiendo unos estertores que le dieron un mal presagio, llamó a 112 y solicitó la ayuda de los bomberos, cuando estos acudieron a derribar la puerta se encontraron a la excentrica mujer en el suelo desmayada, las comisuras de su boca, esbozaban una extraña sonrisa.Mientras salían de la estancia el SAMU y la policia,el vecino decidió apagar el ordenador portátil, cuando miró la pantalla, quedó estupefacto. Ella había dejado escrito:
Gracias por vivir en la puerta de al lado por fin he conseguido que dieras ese gran paso.
Convivir no es solo compartir es estar ahí cuando alguien te necesita, sin esperar que te lo pidan.
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La bebedora de ajenjo
El verde liquido caía suave por la garganta a la par que los efluvios subían por las dendritas centrales del cerebro, hasta crear una alucinación que la introducía en el mundo de la mente y de los viajes oníricos.
Cada tarde se sentaba en aquella mesita en la calle frente al parque, donde las hojas cobraban vida danzando a pares el ritual del viento, donde el canto de los pajaros entonaban melodías con arpegios sostenidos y rápidas garrapateas, donde el agua de las fuentes sonaban como violines y las voces que se escuchaban eran de tenores y barítonos cantores.
Ella bajaba cada día a entregarse al placer de la bebida, el ajenjo era su única razón de ser y la única que le daba expectativas ante la soledad y la amargura que sentía de verse sola en la vida.
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El que la hace la paga
No podía creer lo que mis ojos veían y mis oídos escuchaban, aquella funcionaria de Correos estaba denigrando a otro ser humano ante mi.
El hombre titubeaba, temblando el impreso en las manos, le decía;
-Por favor, ¿me puede rellenar el impreso para enviar un giro postal?.
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El sueño inexplicable
Todos hablaban de sus sueños, mientras permanecia callada, no tenia sueños que contar, nada que explicar, sin embargo tenia esa intuición para interpretar los sueños de los demás.
Incapaz de recordar mis propios sueños, me veía acosada a las preguntas de los demás, era como si mi palabra fuera la certera.
Aquel día mientras escuchaba sentada alrededor de la mesa el sueño de Irina, un temor se apoderó de mi, mis manos temblaban, mi corazón se aceleraba, sentía el temor de saberme en breves momentos interrogada, no quería expresar lo que su sueño me hacia sentir, un gélido frió recorría mi frente perlada de sudor. Ella hablaba de un cielo oscuro y gris plomizo, de un estruendo que le había sumergido en un pozo negro...
Ante su mirada permanecí muda, impasible ante la interrogación que expresaban sus ojos.
Me levante y salí fuera, el cielo se había tornado de un gris marengo, las nubes venían cargadas y amenazaban tormenta, de pronto cayó un chaparrón terrible, todos abandonaron la mesa,corriendo para alcanzar sus coches, casi sin despedirse de mi, arrancaron los motores y salieron rápido hacia la rotonda que los adentraba en la carretera.
Con los ojos cerrados me volví hacia la puerta de la casa, mientras rodaban lágrimas por mi rostro, un fuerte impacto rompió el silencio. Un trailer arrastró más de 500 metros el coche de Irina, me acerqué al teléfono para llamar a Urgencias, a la policía, mientras susurraba un descanse en paz amiga mía.
Me puse las botas de agua y el chubasquero acudiendo pronta al lugar del accidente, nadie habría podido evitar el fatal desenlace, ni siquiera había podido impedir que cogiera el vehículo, esa tarde noche alguien debía morir e Irina fue la elegida.
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Sin billete de vuelta
Confusa, diletante en la espera mientras se derraman por la habitación los ecos de las notas de un dulce adagio.
El teléfono suena sin parar, me debato entre la duda de descolgar.
No quiero escuchar voces humanas que me hagan pensar en respuestas que no quiero dar.
Escudriño en las ventanas en la espera incierta de tu llegada.
Pasa el cortejo por fin, participo de la despedida, ausente pero en ese instante presente.Cuando rueda la caravana, una simple oración te dejo en el largo trayecto,arrojandote una flor, como muestra de mi afecto.
He sido testigo mudo de tu decisión; la transición de tu último viaje...
De tu último adiós.
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El mendigo de la mirada color esperanza
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El viaje
Oró en silencio ante los despojos familiares y a la salida del camposanto llamó un taxi que la llevaría al aeropuerto.
Estaba sentada observando el horizonte mientras se elevaba el avión,pensaba en todo lo que había dejado atrás y sonreía para sus adentros, en dos horas estaría en su destino.
Iba a un lejano lugar donde podía sentir las cuatro estaciones del año en un solo día sobre su piel, estaba imbuida en sus pensamientos cuando la azafata avisó de que se abrocharan los cinturones. Aterrizo el avión lucia un sol esplendido, estaba en la isla donde había dejado enterrada su amada mascota, una vez hubo pasado el control, cruzó el aeropuerto no necesitaba esperar por qué su equipaje se limitaba a su gran bolso, encamino sus pasos y alzando la mano paró un taxi que la llevará ante la tumba de su gato, hizo que el taxista se detuviera y esperara mientras ella se despida y depositaba unas flores ante su pequeña tumba, unos maullidos trajeron a su mente el recuerdo de los años pasados a su lado, mientras una lágrima recorría en silencio su rostro, entró de nuevo en el vehículo...
-¿Donde vamos ahora señora?
- Al Teide respondió
Durante el ascenso ella se iba fijando en el paisaje dejaba atrás el calor y a medida que iniciaban el ascenso el clima iba pasando por las diferentes estaciones, al llegar a la cumbre las nubes rodeaban los laterales del coche, hizo parar al taxista para bajarse, era increíble, podía agarrar con las manos las nubes, le rodeaban gran parte de sus piernas, hacia un frió que la hacia tiritar pero eso no impedía que ella disfrutará con aquellas sensaciones y el espectacular escenario que sus ojos estaban presenciando, lloró de emoción y oró a la Naturaleza por ofrecer tanta belleza.
Iba ensimismada en sus pensamientos cuando de nuevo escuchó la voz
-¿Y ahora donde quiere ir?
- al hotel respondió
Estaba cayendo ya la tarde cuando llegaba a su destino, se refrescó en su habitación cuando cayó en la cuenta que no había digerido ningún alimento durante todo el día.
Había saciado el sentido de la vista, del oído, el olfato le faltaba saciar el gusto...pidió su comida favorita y la regó con un buen vino.
Era noche cerrada cuando encamino sus pasos hacia la playa, se escuchaba el rumor de las olas, sus pies descalzos se acomodaban a la arena casi negra que pisaba. Sentose frente al mar y se dedico sencillamente a observar el oleaje hasta que descubrió una tenue luz en el horizonte, estaba amaneciendo, puso rumbo hacia el hotel.
Entro en su habitación, se duchó y desnuda se tumbo con los ojos mirando al techo, había llegado la hora, destapo el frasco y vació su contenido en su mano, una a una fueron cayendo las pastillas en su boca que tragaba con inusitada calma hasta que se durmió.
¿Si supieras que te queda un día para morir que harías?
Publicado por ✙Eurice✙ en 13:35 14 comentarios
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La nada silente
Publicado por ✙Eurice✙ en 9:50 7 comentarios
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La carpeta asesina
Publicado por ✙Eurice✙ en 13:19 12 comentarios
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En la cornisa
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El pasillo imaginario
Publicado por ✙Eurice✙ en 5:39 3 comentarios
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AYER
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