*EL SECRETO QUE OCULTAN SUS OJOS*

La carpeta asesina



Se despertó con suma prisa, rauda acudió al cuarto de baño, para iniciar el día con las acciones cotidianas, el aseo personal era obligado.
Abrió el armario empotrado donde guardaba las cremas, medicinas...
De pronto algo cayó a la velocidad de un rayo, solo tuvo tiempo de cerrar los párpados, al abrirlos vio que fluía un torrente de sangre que imposibilitaba su visión.
Cerró los ojos, a tientas buscó una gasa para limpiarse la sangre que a ciencia cierta desconocía su procedencia.
¡Maldita sea! con la prisa que tenia...
Cuando hubo terminado la cura, abrió los ojos de nuevo y quedose atónita, su párpado izquierdo tenia una profunda herida de izquierda a derecha, un corte limpio.
Bajó los ojos hasta el suelo del armario y allí encontró el causante del daño.
Una carpeta de cremallera que nunca debía de haber estado allí había estado a punto de dañar la esclerótica de su ojo izquierdo, pudiendo haberla dejado ciega.
Cuando caminaba ausente hacia la parada del autobús no pudo dejar de pensar en el accidente , vivía sola,aquella carpeta no era suya.
¿Quien la puso allí?.
Cuando volvió a casa abrió el armario de nuevo,la carpeta no estaba, en su lugar una fina cuchilla de afeitar cubierta de sangre era el mudo testigo de la agresión, la carpeta asesina había desaparecido sin dejar rastro.

En la cornisa




Tenia clavada su mirada en el horizonte donde la cordura copulaba escandalosa con la locura, sentía el aspero hormigon revestido, en las nalgas que le hacían sentir que aún seguía aquí.
Su impávida mirada permanecida fija, mientras su mente hacia una carrera de fondo entre saltar o permanecer quieta sin mover un músculo, hasta que la Naturaleza tomará la decisión por ella.
Cruzó de súbito un grajo por el aire que con su aleteo la desconcentró, mientras su cuerpo lo recorría un escalofrío...recordó la frase que solía decir su hermano:

"Cuando el grajo vuela bajo hace un frió del carajo"...por fortuna estaba en la planta doceava.
Su último pensamiento por increíble que parezca fue para Harol Lloyd.
¿Donde demonios estaba su reloj para poder agarrarse al minutero y quedarse suspendida en el vació?.
La vida no es una película, pero al final de ambas siempre aparece la palabra fin...


Interminable se hizo la noche que nunca llego a ver amanecer.

El pasillo imaginario


Acudió a la llamada irresistible de la luz cegadora y se introdujo por el angosto pasillo.
Si hubiera sentido temor, sus miedos la hubieran paralizado ante la lúgubre entrada, no fue así, decidida a tomárselo como un languido paseo, disfruto de el cálido silencio, tenia todo el tiempo que le quedaba en el mundo para llegar al final del corredor donde le esperaba la liberación.
Al amanecer otros sentirían el escalofrío de su ausencia prendida entre gramos de dolor y múltiples torrentes de lágrimas.
Ella suspendida en el tiempo sonrió, su existencia no había pasado desapercibida ni había sido tan gris, al fin supo que le había importado a alguien su perdida...

AYER



Ella pensaba que nadie en el mundo seria capaz de descubrir aquello que sucedio en su infancia.
Lo habia ocultado tan celosamente en el cajón del olvido, que por más que los años pasasen siempre acudia recurrente a su mente.
Aquel secreto le robó gran parte de sus ambiciones infantiles, la alejó de la cotidianidad, fué privada de poder soñar,- cuando los demás hablan de sueños- ella baja timidamente su cabeza.
¿ Como confesar que ella nunca ha tenido un sueño ?... no ha tenido pesadillas, duerme con los ojos entreabiertos, no le tiene temor a la oscuridad, los ruidos por leves que sean los escucha es su duermevela, siempre está atenta al día que llega, siempre está despierta...