*EL SECRETO QUE OCULTAN SUS OJOS*

El vecino de al lado

Ella vivía en la soledad de su casa, solo salia a comprar provisiones, y dar largos paseos por la ciudad,convivía en compañía de su gato Ladianus. Sus vecinos la tenían por un excentrica mujer que solo limitaba su relación a cumplir las normas de cortesía, nada sabían de lo que ocurría en su casa, nadie la visitaba, nadie la conocía...solo en la noche se escuchaba el sonido acompasado de un teclado que constituía la irrupción del silencio en la noche, se movía en un mundo virtual, en el que era un ser vital, tenia amigos de todo el mundo, cada noche viajaba de un lugar a otro, estaba involucrada en sus vidas, en sus historias cotidianas,conocía poetas, escritores, pintores, músicos, críticos de cine, amigas del corazón, amigos del alma, poetisas,mujeres que arrancan sonrisas,surfistas,criaturas de la noche, mujeres y hombres que abrían sus corazones, otros se liberaban en sus confidencias, otros describían el amor y el sexo, en ese mundo ella tenia un amigo especial con él que chateaba cada noche, era un joven que se encontraba perdido, atrapado en su depresión, un joven agorafobico que ella quería como a un hijo y cada noche le incitaba a dar un paso más hacia la entrada para abrir la puerta y oler la libertad; esperando que llegase el día en que el por fin diera ese gran paso hacia el exterior, cuanto más se acercaba él, más se adentraba ella en su mundo agorafobico.
Anoche su vecino en la vida real, el de la puerta de al lado,escucho un golpe, el sonido del teclado quedó interrumpido por un golpe seco que atronó el silencio nocturno para después hacerse omnipotente. Preocupado por el aterrador silencio, se abalanzó hacia la puerta saliendo como una exhalación hacia el pasillo para llamar al timbre de su vecina, no había respuesta, apoyo el pabellón auditivo en la puerta y escuchó de nuevo ese silencio, surgiendo unos estertores que le dieron un mal presagio, llamó a 112 y solicitó la ayuda de los bomberos, cuando estos acudieron a derribar la puerta se encontraron a la excentrica mujer en el suelo desmayada, las comisuras de su boca, esbozaban una extraña sonrisa.Mientras salían de la estancia el SAMU y la policia,el vecino decidió apagar el ordenador portátil, cuando miró la pantalla, quedó estupefacto. Ella había dejado escrito:
Gracias por vivir en la puerta de al lado por fin he conseguido que dieras ese gran paso.
Convivir no es solo compartir es estar ahí cuando alguien te necesita, sin esperar que te lo pidan.