*EL SECRETO QUE OCULTAN SUS OJOS*

La traición


No quiso levantarse de la mesa, ni despedirse depositando un ósculo en la mejilla de aquel que se llevaba toda su vida atrapada entre las galeradas depositadas en aquel viejo maletín de piel que un día aciago le regaló...Si el mundo iba a conocer su historia como se suponía, estaría perdida, su mundo quedaría desnudo ante los ojos que leyeran aquel manuscrito encuadernado, sus andanzas, sus tristezas, sus locas bacanales, su caída a los infiernos, la resurrección a los cielos, todo iba a quedar plasmado en letra impresa.
No podía siquiera elevar su mano para decir adiós, solo esbozó una cínica sonrisa y continuó degustando el ajenjo, mientras entornaba sus pestañas para no ver la salida de aquel ser que iba a vender su vida y su alma por alcanzar la gloria
.
Rompió con los finos tacones el silencio de la noche, mientras caminaba dubitativa por las estrechas callejuelas, tintineaban las llaves en sus manos enguantadas, mientras su mente se evadía entre los efluvios del suave licor que hacia poco había degustado en el café de la vieja estación de tren...un suave maullido llamó su atención, se agachó y recogió aquella bolita de terciopelo negro de ojos color ámbar, lo acunó entre los pliegues de su gabardina, sería su única compañía aquella noche, sería el único testigo de que ya nunca más volvería ver de nuevo el día.